Se ha desempeñado como embajador de Alemania en varios países como Bolivia, Mozambique, y actualmente, Ecuador.

Phillip Schauer
Embajador de Alemania en Ecuador
La pandemia ha golpeado a todo el mundo. En Ecuador, las consecuencias han sido graves – muchos contagios, muertes, una economía en gran parte paralizada, y aumento dramático de la pobreza. Hoy ya lo sabemos todos: tendremos que vivir con el virus por algún tiempo más, porque una vacuna tampoco será una protección mágica y fiable para todos. Evidentemente tendremos que normalizar el trabajo, esto rige tanto para la economía y la administración, como para la educación.
No podemos encerrarnos, debemos ser creativos organizando la vida y la reapertura con las medidas de protección necesarias, dejando de lado las restricciones innecesarias.
Tenemos que escuchar a los virólogos para entender mejor, pero sin dejarnos llevar por el pánico. El miedo es un mal consejero. Y, en concordancia con lo dicho, la Embajada nunca cerró durante toda la crisis. Sí, hubo una reducción de visitantes, y sí, todavía tenemos instrucciones para no otorgar visas Schengen para viajes normales. Pero en la cooperación, en el apoyo a las empresas alemanas, en las actuaciones con los bancos multilaterales, los contactos políticos al más alto nivel… siempre continuamos brindando nuestros servicios. Cuando la crisis en Guayaquil fue evidente, Alemania envió rápidamente un equipo de virólogos de la prestigiosa clínica Charité, en Berlín, a varios lugares del Ecuador para capacitar en el diagnóstico de COVID-19 durante dos semanas, trayendo además 100 mil pruebas PCR. Este fue solamente un primer paso: la cooperación científico-médica continuó con fuerza y queremos ampliarla aún más, junto con el Ministro de Salud Pública. La capacidad diagnóstica es de vital importancia en el combate de la pandemia y continuará siéndolo una vez que tengamos una vacuna, porque no sabemos por cuánto tiempo durará su protección ni si funcionará contra todas las variantes del virus.
De igual importancia para el bienestar de los ecuatorianos es el relanzamiento de la economía. Tuvimos que adecuar nuestros programas de cooperación a las nuevas necesidades.
Al igual que muchos donantes más, hemos concebido un programa de créditos para PYMES en el sector agrícola, por un valor de 21 millones de euros.
Así queremos apoyar a las iniciativas de “Bioeconomía” y “Premium & Sustainable” del Gobierno ecuatoriano, protegiendo la biodiversidad y garantizando la calidad; esta es una forma de abandonar la lógica de competir solamente por precios y ofrecer a los productores y a los trabajadores ingresos adecuados.
Ecuador tiene mucho potencial. ¡A seguir trabajando juntos!
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